La mayoría de las cámaras fotográficas ofrecen la posibilidad de dos tipos de archivos para guardar nuestras fotos: el JPG y el RAW, que según la marca de nuestra cámara tomará distintos nombres. En Canon es .CRW y .CR2 mientras que en Nikon es .NEF y NRW, en Sony .ARW, SRF o .SR2. Por eso antes de tomar la fotografía debemos elegir el formato en que la guardaremos.
Antes de entrar a los formatos en sí, debemos tener en cuenta algunos conceptos. Dentro de la cámara existe un sensor que se encarga de tomar la información de la fotografía y que divide los datos de luminosidad en tres colores: rojo, verde y azul. En inglés Red, Green , Blue. (RGB) Una fotografía digital es una imagen representada por bits y bytes y guardada como un archivo en un medio de almacenamiento electrónico, como puede ser la tarjeta de memoria. El pixel es el bloque básico sobre el que se construye una imagen digital. Cada pixel es un conjunto de bits digitales que guardan información sobre color y tono.
Una imagen digital consta de miles de pixeles contenidos en un archivo. Cada pixel debe ser capaz de almacenar información suficiente para plasmar el rango completo de colores y tonos: al menos 16 millones de combinaciones de tonos y colores. Para representar todas esas combinaciones, cada pixel debe tener al menos 24 bits. Cuanto mayor sea el número de bits por pixel, conocido como profundidad de color, mayor será la calidad de la imagen resultante. Cuanto mayor sea la resolución (mayor número de pixeles) mayor será el tamaño del archivo. Cualquier imagen que cuente con un mínimo de 8 bits por color o 24 bits en RGB (8 por cada color) contará con una gama de 16.777.216 tonos, lo cual supera nuestro rango de visión.
Los sensores en la actualidad capturan entre 8 y 16 bits por color y la diferencia que se obtiene entre 8 y 16 bits es enorme. Por eso a la hora de procesar la fotografía en cualquiera de los programas se verá la diferencia de los detalles de luces, sombras, contraste, foco, temperatura de color, saturación etc.
Como vemos los sensores tienen capacidad de obtener muchísima información dependiendo de cómo se guarde. Si elegimos JPG sólo se guardarán 8 bits y además serán comprimidos. Este archivo ocupa poco espacio en la memoria y además me limita a la hora de hacer ajustes en el revelado. Si elegimos Raw,todo lo que capture el sensor se guardará sin pérdida de información y la cantidad de datos será la mayor que pueda alcanzar el equipo ( según la cámara puede ser entre 14 y 16 bits de profundidad de color) A diferencia del JPG la foto tendrá toda la información en un estado latente esperando a ser ajustada en nuestra computadora y ofrecerá infinitas posibilidades de ajuste. Al trabajar las imágenes Raw, todos los ajustes se guardarán automáticamente en un archivo oculto.
Para ver las fotografías en calidad profesional debemos contar con buenas cámaras y un buen computador con un buen monitor. También vale la pena invertir en buenas tarjetas de memoria que me entreguen velocidad y capacidad para procesar archivos.
En resumen los archivos JPG son coloreados con una profundidad de color de 8 bits por canal (hablamos de canales RGB) y comprimidos con su consiguiente pérdida de datos y con limitadas posibilidades de corrección. Tienen como ventaja el ser rápidos de procesar, ocupar poco espacio y ser compatibles con casi todos los programas
Los archivos Raw conservan toda la información capturada por el sensor de la cámara, tienen entre 14 y 16 bits por canal y pueden ser corregidos de forma no destructiva. Son más lentos y pesados y necesitan procesarse con programas específicos antes de utilizarlos.
Si vamos a ir por la búsqueda de calidad , sin duda que el archivo a elegir debe ser el Raw.
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