El arte rupestre representó un fascinante y complejo lenguaje ritual, expresado a través de imágenes visuales, para la comunicación e interpretación del mundo de las creencias, dioses, etc., cuyas definiciones formales y plásticas fueron muy singulares.
Los petroglifos son dibujos raspados, punteados o grabados sobre suoerficies rocosas, patinadas por fenómenos de oxidación, cuya diferencia de color con el interior de la roca permite resaltar la figura.
En el estratégico cruce de Yerbas Buenas se encuentra el mayor centro de arte rupestre de la zona arqueológica de San Pedro de Atacama. En el sitio se identifican cuatro tradiciones de arte rupestre principales: I) la tradición naturalista de Taira, que incluye los estilos Taira, Curte y Estilo 1 de Yerbas Buenas; II) la tradición Angostura, que incluye tipos locales vinculados a los estilos Angostura y Milla; III) el Estilo 2 de Yerbas Buenas, de influencia Aguada; y IV) tres estilos Incásicos. Su datación relativa incluye cerámica Tulor; San Pedro de Atacama; Atacameña Tardía y Colonial.
Yerbas Buenas se encuentra a 65 km al norte de san Pedro de Atacama en una zona de conjunción del cordón Barros Arana de la cordillera de Domeyko, con la cordillera de La Sal, y la cordillera de Los Andes, a 3.050 m.s.n.m, producto de lo cual el relieve del lugar tiene una amplia variedad de procesos de plegamiento especiales, que sumado a rocas blandas volcánicas ofrece un “anfiteatro natural” atractivo para el visitante.
El clima desértico atacameño, sobre la cota 3.000, conforma un paisaje de tolar desértico marginal de altura. El sitio ofrece al cazador óptimas condiciones para el acecho de los grandes herbívoros que pueden ser avistados a gran distancia desde los miradores naturales que ofrecen los promontorios rocosos del sitio.
La Estancia Yerbas Buenas fue un asentamiento transitorio, de ocupación no permanente, al centro de una zona estratégica de paso regional, desde o hacia el oasis San Pedro de Atacama, siguiendo la ruta más corta próxima al agua, aprovechando vías orográficas naturales.
El origen del arte rupestre atacameño pertenece a la tradición de pinturas de los guanacos pleistocénicos del área andino-patagónica, que permanecen en el holoceno.
La Estancia Yerbas Buenas, con su peñón de petroglifos y cobijos naturales para el viajero, era así un sitio de paso y de estadía temporal para las caravanas de comerciantes que bajaban desde la meseta del Altiplano cruzando los Andes rumbo al oasis y otras aldeas del río San Pedro y la cuenca del Loa, así como sucedía también en sus regresos.
La presencia de primates tipo amazónicos entre sus grabados rupestres, nos da una pista sobre el lejano origen de aquellos viajeros, sus animales o sus mercancías, gracias a tan extensas rutas. Allí paraban sus rebaños, encendían sus fogatas y pasaban las noches antes de continuar el camino desde el Nordeste Argentino y el Altiplano de la actual Bolivia hasta el Océano Pacifico, inclusive.
Las manifestaciones artísticas incluyen petroglifos, pictograbados, grabados secos y pinturas o pictogrifos, siendo la principal concentración de arte rupestre de todo este lado de la provincia y de los alrededores de San Pedro de Atacama. El material para pintar, en el caso de los que eran hechos de esta forma, se obtenía con pigmentos terrosos y aceites o grasas de animales. No hay claridad sobre el sentido de los petroglifos, sin embargo, aunque se cree que muchas de sus pinturas y pictograbados podrían haber tenido una función de señalización de rutas o mensajes para otros viajeros que venían a realizar trueques e intercambios.
Los principales motivos observables son antropomórficos y zoomórficos, algunos de ellos incorporados rápidamente ya a la iconografía patrimonial de la región. El circuito turístico a pie que se ha trazado en el lugar, pasa por las principales figuras visibles, y que llevan por nombre en el llamado Sector 1, más cercano al inicio:
El Mono (con cierta semejanza al geoglifo del mono de Nazca)
El Dragón (probablemente un zorro o un perro)
El Dragón con dos Cabezas o Dragón Bicéfalo (en realidad, el parto de un camélido. sacando su cabeza por detrás de la hembra)
La Llama (muchas veces repetida en grabados menores, lo que resalta la importancia de este animal en la subsistencia humana de entonces)
La Estancia (sitio abierto de paradas)
La Cueva (usada como refugio principal de las caravanas, con pequeñas pircas de piedra y grabados zoomorfos de estilo Taira-Tulán, período formativo, 1.400 antes de Cristo)
La Llama con Crías
El Muro (con petrogrifos y pictogrifos de diferentes épocas, estilo Taira-Tulán, Cueva Blanca, Santa Bárbara)
En el Sector 2, en cambio, ubicado unos 200 metros más al Norte, podemos encontrar las siguientes figuras principales:
Los Chamanes
El Puma
Las Llamas y el Hombre (escena de un rebaño en arreo)
Los Tres Flamencos.
La Tradición naturalista de Taira, informa el autor, está representado por las figuras de guanacos en pinturas, pictograbados y grabados sin pintura, similares a los de ese origen.
Algunas están hechas sobre grabados y pinturas anteriores del estilo Taira, producto de algún retoque. En tanto, el estilo Curte se distingue en grandes figuras de llamas, llegando a los 4,5 metros de largo y siendo posteriores al estilo Taira.
El estilo Yerbas Buenas, por su parte, es bien representado con las imágenes de zorros grises o chillas, habiendo diez de ellos al interior de la mencionada Cueva de los Zorros. Como se encuentran en un sector erosionado, no se sabe con seguridad total si sólo correspondían a petroglifos o si alguna vez fueron pigmentados. Los personajes como los chamanes o Budas también pertenecen a este estilo, aunque nos parece que ciertos atuendos y tocados de muchos de estos personajes, tipo Nazca y Paracas, guardan parecido con el famoso Gigante de Tarapacá y otros geoglifos parecidos existentes también en Perú.
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